domingo, junio 12, 2011

SIMPLEMENTE PECHO E FIERRO

Con amigos fuimos a ver tocar a amigos... Pecho e Fierro brindo sus mejores melodías rockeras y 
César Reyes lo redactó con las mejores letras:

“Jefe”, pareció haber gritado Leonardo Carlini, como pidiendo permiso “al guarda” que en las butacas desbordaba camuflado en cientos de personas la mística sala Zitarrosa de Montevideo, que por esa noche se convertiría en un “bondi”, que como bien recitó Pedro, iba “lleno de sueños y esperanzas”

Con la seguridad de banda consolidada, pero con la humildad de saberse entre los de ellos, se posicionaron en el escenario. Mano derecha en alto saludando y ansiosa por acariciar con la púa las cuerdas, de una guitarra eléctrica que abrazando el cuerpo de quien mejor la acaricia, aguardaba ansiosa para disparar sonidos de distorsión, punteos y melodías.


A la derecha Michel Fauci, de acción serena sobre las tablas complementaba con el bajo un estilo que pocos han logrado, al sumarse la poderosa batería de Elvis Morales, quien con cada golpe de palillo deja un pedazo de su alma. Ahí estaban los tres, prontos para salir desde el “Sur” con sus creaciones, convirtiendo la noche del viernes en la ruta ideal para, con su música, hacerse a la ruta del deleite.

Fue así que con los condimentos de flautas, saxos y acústicos, rock y folklore se volvieron a fusionar, como en una “dulce aleación de aromas industriales”, tal cual reza “Metalúrgico”, canción interpretada de manera magistral, contagiando e introduciéndonos con solo escucharla, en una fundición en la que se puede percibir el calor infernal de las calderas, haciendo escuchar el grito mudo de quienes ejercen esa profesión, quienes, al igual que los integrantes de Pecho e Fierro, buscan a base de sudor y sacrificio que “huela mejor el mundo pobre”.

Mientras Leo comanda el toque con su guitarra y voz como pilares, Fauci ofrece en su feria las graves sutilezas sonoras de bajo, para desde atrás, atrincherado, Elvis pinte un cuadro de entrega con líneas de violentas que, paradójicamente, llevan paz al espíritu.

Romulo Acosta detrás de todo, como mecánico para que ese “ómnibus” no se detenga y llegue a destino no para de hacer el “service” pese al cansancio de semanas de laburo para, en unas dos horas ofrendar a los presentes todo lo que se tiene y un poco más, que se agrega sobre la marcha, implantado por los “pasajeros” que transformaron monedas en aplausos.

“La Zitarrosa” estalló. La gente que en ella estaba gozó y hasta la estatua de la “Plaza del Entrevero” pareció enredarse en un agite cuando sonó “A Don José”. En el aire, a través de la 107,9 FM, con el acompañamiento permanente de un ronco Julito Moreira, cientos que no estaban fisicamente sintieron una vez más eso que “Pecho e Fierro” no quiere perder más allá de los picos como el alcanzado, lo que se logra cuando no se olvida el origen, y me siento orgulloso de “Mis Arrabales”, esos que nos hacen no perder “El Acento del Barrio”.  

Ya vendrá “Mugraldad”, el nuevo disco, una nueva parada para este viaje que ya lleva 14 años y proyecta un camino que a tranco firme “Pecho e Fierro” promete seguir desandando.


 Gracias Cesar, Gracias Pecho visitá la web oficial www.pechoefierro.com.

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