C茅sar Reyes lo redact贸 con las mejores letras:
“Jefe”, pareci贸 haber gritado Leonardo Carlini, como pidiendo permiso “al guarda” que en las butacas desbordaba camuflado en cientos de personas la m铆stica sala Zitarrosa de Montevideo, que por esa noche se convertir铆a en un “bondi”, que como bien recit贸 Pedro, iba “lleno de sue帽os y esperanzas”
Con la seguridad de banda consolidada, pero con la humildad de saberse entre los de ellos, se posicionaron en el escenario. Mano derecha en alto saludando y ansiosa por acariciar con la p煤a las cuerdas, de una guitarra el茅ctrica que abrazando el cuerpo de quien mejor la acaricia, aguardaba ansiosa para disparar sonidos de distorsi贸n, punteos y melod铆as.
A la derecha Michel Fauci, de acci贸n serena sobre las tablas complementaba con el bajo un estilo que pocos han logrado, al sumarse la poderosa bater铆a de Elvis Morales, quien con cada golpe de palillo deja un pedazo de su alma. Ah铆 estaban los tres, prontos para salir desde el “Sur” con sus creaciones, convirtiendo la noche del viernes en la ruta ideal para, con su m煤sica, hacerse a la ruta del deleite.
Fue as铆 que con los condimentos de flautas, saxos y ac煤sticos, rock y folklore se volvieron a fusionar, como en una “dulce aleaci贸n de aromas industriales”, tal cual reza “Metal煤rgico”, canci贸n interpretada de manera magistral, contagiando e introduci茅ndonos con solo escucharla, en una fundici贸n en la que se puede percibir el calor infernal de las calderas, haciendo escuchar el grito mudo de quienes ejercen esa profesi贸n, quienes, al igual que los integrantes de Pecho e Fierro, buscan a base de sudor y sacrificio que “huela mejor el mundo pobre”.
Mientras Leo comanda el toque con su guitarra y voz como pilares, Fauci ofrece en su feria las graves sutilezas sonoras de bajo, para desde atr谩s, atrincherado, Elvis pinte un cuadro de entrega con l铆neas de violentas que, parad贸jicamente, llevan paz al esp铆ritu.
Romulo Acosta detr谩s de todo, como mec谩nico para que ese “贸mnibus” no se detenga y llegue a destino no para de hacer el “service” pese al cansancio de semanas de laburo para, en unas dos horas ofrendar a los presentes todo lo que se tiene y un poco m谩s, que se agrega sobre la marcha, implantado por los “pasajeros” que transformaron monedas en aplausos.
“La Zitarrosa” estall贸. La gente que en ella estaba goz贸 y hasta la estatua de la “Plaza del Entrevero” pareci贸 enredarse en un agite cuando son贸 “A Don Jos茅”. En el aire, a trav茅s de la 107,9 FM, con el acompa帽amiento permanente de un ronco Julito Moreira, cientos que no estaban fisicamente sintieron una vez m谩s eso que “Pecho e Fierro” no quiere perder m谩s all谩 de los picos como el alcanzado, lo que se logra cuando no se olvida el origen, y me siento orgulloso de “Mis Arrabales”, esos que nos hacen no perder “El Acento del Barrio”.
Ya vendr谩 “Mugraldad”, el nuevo disco, una nueva parada para este viaje que ya lleva 14 a帽os y proyecta un camino que a tranco firme “Pecho e Fierro” promete seguir desandando.
Gracias Cesar, Gracias Pecho visit谩 la web oficial www.pechoefierro.com.
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